El Audi Q5 se está convirtiendo rápidamente en un referente dentro del segmento de los SUV compactos de clase superior. Y eso a pesar de que este soft-roader no es precisamente una ganga. Esto ha dado lugar a la aparición de marcas competidoras procedentes del otro lado del planeta que ofrecen precios claramente más favorables con el objetivo evidente de hacerle la vida más difícil a este alumno aventajado. Sin embargo, ¿pueden los asiáticos convertirse en un verdadero peligro?
El acceso al maletero de dimensiones similares del Q5 es mejor, algo a lo que también contribuye el hecho de que el plano de carga sea más bajo. Con todo, el habitáculo, aunque bien organizado y equipado de serie con un banco trasero que puede desplazarse en sentido longitudinal, resulta algo estrecho. Pero no tan estrecho como en el Mazda, cuya parte trasera constituye la oferta de espacio más reducida debido a su elegante carrocería con un parabrisas plano, un techo bajo y un portón trasero inclinado. Por este motivo, la capacidad del maletero del CX-7 se ve reducida casi en 200 l.
Una cuestión de precio
El Mazda CX-7 es aún más barato y presenta un interior muy atractivo. El SUV japonés cuesta 30.800 euros, por lo que en cuestión de precio, y dado el impresionante equipamiento de serie que ofrece, goza de una ventaja de unos 8.000 euros frente a su competidor alemán directo. ¿Será capaz Audi de volver a recuperar la ventaja que le sacan los asiáticos?
Un Audi algo débil
El Mazda CX-7 tiene un consumo algo mayor con su motor diésel de 2,2 litros y 173 CV de potencia. Un propulsor que se hizo esperar durante mucho tiempo para desesperación de los adeptos a los SUV. Aun así, lo que Mazda ofrece ahora no es, ni de lejos, un motor diésel perfecto. Como poco, el escandaloso efecto turbo consigue aguarle a uno la fiesta en el momento de arrancar. En cambio, una vez superado este punto el CX-7 desarrolla su potencia mejor que el Audi, aunque resulta más ruidoso y áspero.
Un Kia potente
Debemos reconocer que ninguno de los tres candidatos se condujo precisamente de forma lenta y, además, todos ellos estaban equipados con gomas de invierno para poder hacer frente a la nieve que cubría el suelo. Sin embargo, en el día a día sí es posible registrar uno consumo en torno a los 9 litros, algo que para un SUV pesado no resulta nada escandaloso. Mientras que el Audi es el único que no cumple la normativa Euro 5, el Mazda dispone de serie de un catalizador SCR que, con la ayuda de una solución de urea, reduce las elevadas emisiones de óxido de nitrógeno de los motores diésel. Por lo general, dicho aditivo sólo tiene que rellenarse cada 20.000 kilómetros durante la revisión.
Más confort a velocidades más elevadas
Lo que no resulta nada cómodo para el día a día se traduce en un mayor placer de conducción cuando lo que recorremos son carreteras convencionales tortuosas. En temas de agilidad, el Mazda y el Audi son muy similares, logrando tomar las curvas casi igual de rápido. No obstante, en este aspecto la dirección dura y extremadamente precisa del Q5 resulta muy ventajosa. La del CX-7 es, por el contrario, más suave e imprecisa. Aquí el Sorento se queda muy por detrás y, aunque es capaz de apurar bien las curvas, éste comienza mucho antes a subvirar y su dirección tiene claramente más holgura.
Diferencias de tracción
Por el contrario, en el caso del Mazda y del Kia el par de propulsión se envía en un primer momento al eje delantero y en el momento en el que comienza a perder adherencia es cuando se traslada hasta el 50% de la potencia al eje trasero a través de un embrague de discos múltiples los de regulación electrónica. En el Sorento es posible forzar dicha relación hasta los 40 km/h con tan sólo pulsar un botón.
Entre la guardería y la oficina
Ninguno de los candidatos se siente como pez en el agua sobre terrenos realmente intransitables. Una distancia de aproximadamente 20 cm con respecto al suelo permite a los tres realizar pequeñas excursiones más allá de las carreteras convencionales, aunque su ángulo de inclinación máximo de 25º limita en gran medida su espíritu aventurero. Mazda prescinde de un asistente para el descenso como el que instala tanto el Q5 como el Sorento. Seguramente confiando plenamente, y de de forma justificada, en que de todas formas nadie querrá ensuciar su SUV.
Conclusión
¿Se avecina realmente un peligro o el Audi Q5 no debe temer por su hegemonía? Con total seguridad se trata del representante más dinámico, mejor pensado y de mayor calidad de nuestro trío de ases y, además, cuenta con la mejor tracción integral. En términos prácticos, puede presumir de contar con el maletero más grande y de más fácil acceso de todos. Sin embargo, esto se refleja en la factura final con un sobreprecio de entre seis mil y diez mil euros.
Tanto Kia como Mazda superan con éxito todas las tareas encomendadas. En el apartado de la agilidad, el CX-7 no dista mucho del Audi, y en temas de motorización el Sorento aventaja a los demás con el motor más potente de los tres modelos. Desventajas: el CX-7 no está disponible con cambio automático, ni siquiera de forma opcional, y la sensación de bienestar dentro del Sorento sufre por sus materiales de baja calidad.
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